Sara Solomando, el troll y el precedente

imagen de trolls en Twitter

Sara Solomando, el troll y el precedente

La periodista Sara Solomando (¡cómo me gusta ese apellido!) ha conseguido lo que hasta el momento era impensable: una condena a un tuitero por insultarla en la red social. Hasta este momento, habíamos vivido y tuiteado con la sensación de que todo valía en Twitter. Y, si nos molestaban las faltas de respeto o los descalificativos de otro usuario, bloqueabas y punto. Hasta ahora.
La sentencia condena al troll a pagar un total de 570 euros a la periodista por hacerle comentarios subidos de tono e insultarla, ya que ‘los mensajes lesionan la honra y el crédito’ de esta profesional, según indica el juez.La verdad es que Sara ha sido rápida y muy inteligente a la hora de ponerse manos a la obra contra su acosador. El resultado no sólo le beneficia a ella, sino a cientos de personas que se pueden encontrar en la misma (o peor) situación. Sólo hay que pasearse por el timeline de algunos personajes conocidos de nuestro país para ver los insultos y amenazas a los que están sometidos.

Cuenta de Sara Solomando aconsejando denunciar el acoso en Twitter
Este consejo no sólo hay que hacerlo extensivo a los periodistas porque, junto a este colectivo, también se acosa, y sin tregua, a presentadores, cantantes o políticos de este país. De hecho, cualquier persona a la que insultan o amenazan por lo que tuitea debería hacer captura de pantalla, ponerse en contacto con la @policia y formalizar una denuncia. Sólo así se podrán frenar este tipo de comportamientos.
Cientos de detenidos por injurias virtuales
Por desgracia, las agresiones verbales en Internet y el ciberacoso son comportamientos demasiado habituales en nuestro país: durante el pasado año 750 personas fueron detenidas por injurias y amenazas virtuales, el triple que en el anterior ejercicio. Y, si las cosas siguen por ese camino, acabaremos 2013 con una cifra de detenidos mucho mayor.A quienes hacen del insulto, la calumnia, la agresión verbal y la descalificación una constante en su timeline se les acabó la diversión. Trolls de Twitter, echaos a temblar, que esto va en serio.

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